Blog personales de Mary Capel

1.- LOS BENEFICIOS DE LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS EN LA MENTE, EL CUERPO Y LAS RELACIONES.


Se dice: “Eres lo que piensas”, es verdad ya que la calidad de nuestros  pensamientos tarde o temprano se hace visible mediante nuestras palabras, nuestro comportamiento e incluso a través de las expresiones de nuestra cara.
La semilla de nuestras palabras y acciones es el pensamiento. Todo lo que está hecho por el hombre empezó primero con un pensamiento o una idea que vino a la mente, sea de una casa nueva, un descubrimiento científico o incluso una guerra. 
Primero hay un pensamiento, después se hacen los planes y finalmente ese pensamiento se exterioriza en la forma de palabras o acciones.

Pero, ¿por qué hemos de pensar de forma positiva? Y, ¿quién dice que todavía no tenemos la maestría en este arte? Como entendemos que los pensamientos son la raíz de las acciones y de la actitud, hemos de cambiar estas raíces, para que nuestras acciones y comportamiento se hagan más positivos.

Lo primero, antes de que empecemos a aprender este arte de pensar en positivo, es descubrir cuántos tipos de pensamientos puede crear nuestra mente.
Normalmente emergen cuatro tipos de pensamientos de nuestra mente.
Entendiendo cada uno de ellos podemos empezar a escoger los pensamientos que nos den beneficio y descartar los que son inútiles o dañinos para nosotros
.
Los cuatro tipos de pensamientos son:
1.- Pensamientos necesarios o mundanos.
2.- Pensamientos inútiles.
3.- Pensamientos negativos y/o destructivos.
4.- Pensamientos positivos y/o sutiles.



1. PENSAMIENTOS NECESARIOS son aquellos que se refieren a nuestra
rutina diaria como: “qué comemos, qué tengo que hacer hoy, cuándo tengo que
pagar el alquiler, etc.” Pensamientos que tratan con la vida diaria.

2. PENSAMIENTOS INÚTILES son los que no tienen utilidad ni constructiva
ni particularmente negativa. Se refieren a cosas del pasado, como “si esto no me
hubiera ocurrido, por qué me dijo eso, si sólo hubiera hecho esto o lo otro, etc.”
Demasiados pensamientos sobre algo que ya no podemos cambiar.
Los pensamientos inútiles tratan también sobre el futuro, como: “¿qué va a
ocurrir si….?, ¿cómo va a ocurrir…?, ¿qué haré si…?, etc.” Muchos de nuestros
pensamientos entran bajo esta categoría de pensamientos inútiles (y la ciencia
dice que diariamente creamos entre 30.000 y 50.000 pensamientos) y aunque no
son negativos, aún así nos vacían de nuestra fuerza interior y nos hacen sentir
cansados. Nuestra habilidad de concentración también se debilita mediante los
pensamientos inútiles; y por eso si tenemos muchos de tales pensamientos
utilizaremos mucha más energía y tiempo para llevar a cabo una tarea.

3. LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS son los más dañinos, especialmente
hacia nosotros mismos. Aparte del impacto que puedan causar en los demás,
estos pensamientos causan una gran pérdida de nuestra paz y fuerza interior. Los
pensamientos negativos están basados en la ira, avaricia, expectativas
insatisfechas, desacuerdos, celos, etc. Si nuestros pensamientos están basados en
estas debilidades es como si estuviéramos envenenando nuestra propia mente y
también la atmósfera de nuestro alrededor.
No importa cuánta razón tengamos, pensando con negatividad siempre seremos
los perdedores ya que los pensamientos negativos nos arrebatan nuestro
autorrespeto y también los demás pierden el respeto hacia nosotros. Por lo
general vemos que la gente que piensa muy negativamente sobre los demás a
menudo se encontrará sola, aunque tenga muchas relaciones. Si, por ejemplo,
tenemos pensamientos de ira, los demás intentarán evitarnos ya que la ira es
como un fuego que destruye y hace daño y nadie puede acercarse a tal fuego.

4. LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS son los únicos que nos permiten
acumular fuerza interior y nos capacita a ser constructivos. Los pensamientos
positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones sin
atraparnos en la apariencia externa de una situación. Pensar positivamente no
significa que ignoremos la realidad a nuestro alrededor y pretender vivir en lo
irreal o pretender ser otro. Por ejemplo: cuando paseamos por la calle y hay
mucha basura por todas partes, el decir que no lo veo, que no huelo nada, es
irreal, o cuando estamos enfermos y nos repetimos una y otra vez: estoy sano,
estoy sano, esto no es lo que queremos decir con pensamiento positivo. Pensar
positivamente significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al mismo
tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema.
A menudo, esto requiere tolerancia, paciencia y sentido común. Es fácil ser
pesimista, así como ser optimista, pero necesitamos ser muy cuidadosos y
maduros si queremos ser realistas. Una persona que piensa positivamente será
consciente de las debilidades de los demás a su alrededor pero aún así dirigirá su
atención hacia las buenas tendencias de los demás. Los pensamientos positivos
nos dan el sentimiento de contentamiento interior y gracias a esto nuestras
expectativas hacia los demás disminuyen cada vez más. Esto no significa que no
nos importen, sino que dejamos de pedirles amor, respeto, reconocimiento, etc. Y
hacemos que la relación sea más ligera. Este es el mejor método para crear
relaciones duraderas y armoniosas. También cuando estamos contentos
interiormente tenemos la fortaleza para aceptar a los demás tal como son sin
querer cambiarles como nosotros pensamos que sería correcto. Junto a esto
somos capaces de darnos tal como somos, con nuestros talentos positivos y
nuestras limitaciones, sin pretender otra cosa.

Nuestro cuerpo también experimenta gran beneficio, ya que cuando nuestra
mente está en equilibrio y en armonía somos menos sensibles a las diferentes
enfermedades.


Todos conocemos el término “enfermedades psicosomáticas” y vemos como la ciencia está
descubriendo cada vez más la profunda interacción y conexión entre el espíritu y el cuerpo. Una persona que tiene muchos pensamientos inútiles a menudo se encontrará muy cansada, ya que está gastando su energía en crear miles de pensamientos sin sentido. Nuestra mente se hace fuerte y sana si la alimentamos con pensamientos positivos. Una mente sana se convierte en la base para una personalidad
equilibrada. Nuestros pensamientos, sean positivos o negativos, crean nuestra
conciencia y nuestra actitud hacia los demás o sobre las situaciones.




Si nuestros pensamientos son positivos nuestra actitud también será positiva y esa es la mayor protección de la negatividad en nosotros y a nuestro alrededor. Teniendo una actitud positiva podemos permanecer pacíficos cuando afrontamos las dificultades y por lo tanto, rápidamente encontramos la solución correcta sin quedarnos atrapados en esa dificultad. De esta forma, siendo capaces de tomar la decisión correcta en el momento adecuado, uno es capaz de ahorrar mucho tiempo y energía. Sobre todo, una actitud positiva nunca permite la falta de esperanza o que la confusión entre en la mente y por eso nos ayuda a
mantener nuestra dignidad y nuestro autorrespeto. Realmente, la forma en la que afrontemos a los demás o a las situaciones depende completamente de nuestra actitud. Algunos, por ejemplo, consideran una botella de agua medio vacía, mientras que otros la consideran medio llena. Para las personas con una actitud positiva, todos los obstáculos serán simplemente una oportunidad para mejorar aún más, no para reaccionar con negatividad. Se dice: “Así como es tu actitud, así es el mundo”.

Estamos acostumbrados a ver la negatividad que existe en el mundo, sin embargo, al dirigir constantemente nuestra atención hacia ella, no hemos conseguido cambiarla por lo mejor. Tenemos que ser conscientes de
que donde quiera que se dirijan mis pensamientos es ahí donde irá también nuestra energía. Concentrándonos ahora en el aspecto positivo de nosotros mismos, hacemos algo constructivo para llevar a cabo un cambio en nosotros y en nuestro entorno inmediato. Esto se puede entender como el mayor desafío de nuestros tiempos para el que necesitamos valentía y autoconfianza.


 Ejercicio de silencio

Ahora podemos experimentar creando un pensamiento positivo y ver por cuánto tiempo podemos mantenerlo. El pensamiento positivo debería ser sobre el ser: tenemos que aprender a convertirnos en nuestro mejor amigo. El pensamiento más positivo es experimentarse uno mismo como un ser de Paz. La Paz se considera como el poder y la religión original del ser humano. Para concentrarnos con facilidad imaginemos un punto de luz, un pequeño punto de energía en el centro de la frente. Enfocad vuestra atención en ese punto, relajaros y empezad a crear estos pensamientos:

"¿Quién soy yo?, ¿Quién soy verdaderamente?
Me dirijo hacia el interior para conocerme a mí mismo.
Relajado, concentro toda la energía de mi mente
y poco a poco me concentro en un pensamiento:
Soy un ser de paz.
Soy un punto de energía, un átomo de luz.
Así como es mi pensamiento, es mi conciencia.
Voy a descubrir mi cualidad eterna, interior de Paz,
viéndome como un ser pacífico.
Experimentarme como un ser de paz es el pensamiento
más positivo de todos.
La Paz es mi naturaleza.
La Paz es mi religión.
La Paz es mi poder original.
Paz significa armonía, significa equilibrio.
Soy pacífico.
Soy un ser de Paz.
Siento cómo viene esta energía interna a mi conciencia.
Permanezco enfocado en mí mismo como un punto
de energía, como un punto de Paz eterna.
Yo, un ser eterno, soy Pacífico.
Siento una Profunda Paz.
Voy a las profundidades de esta experiencia.
œQuién soy yo?
Soy un ser de Paz.
En silencio, permanezco absorto en este pensamiento
de Paz completa".



2.- CONVIERTE A TU MENTE EN TU MEJOR AMIGO

La razón por la que queremos alcanzar un conocimiento más profundo de nuestra mente es para poder entender cómo se crean nuestros pensamientos, y cómo se expresan en palabras y acciones.
Nuestra mente es nuestro mejor amigo si la alimentamos sólo con pensamientos positivos, pero se convierte en nuestro peor enemigo si le permitimos que piense pensamientos negativos o inútiles. La cualidad de este “alimento” depende por completo de nosotros. Aunque las circunstancias exteriores nos influyen
fuertemente aún así podemos convertirnos en los maestros de nuestra mente e ir más allá de esa influencia.

Nuestro esfuerzo para lograr este estado depende del objetivo que nos hemos fijado para nosotros mismos. Este objetivo elevado depende de cuánto hayamos entendido los beneficios prácticos de pensar de
forma positiva. Sin este reconocimiento básico no nos sentimos motivados para cambiar lo necesario en nosotros mismos.

La mente es probablemente la parte menos comprendida del ser humano, tan poco conocida que le ha sido muy difícil a la gente entender qué es, cómo funciona y sobre todo, cómo controlarla. Es sólo cuando comprendemos cómo funciona algo que podemos tenerlo bajo nuestro control y dominarlo.

Pero en nuestra sociedad, especialmente en el mundo occidental, queremos probar y tener una demostración de todo, y esta actitud hace difícil que la gente pueda entender qué es la mente; ya que, la mente no es algo material que podamos ver, tocar o medir con instrumentos científicos. La mente es algo
invisible, pero aún así, sus efectos se pueden ver en nuestra cara, nuestras palabras o en nuestro comportamiento. Si, por ejemplo, nuestros pensamientos son de tristeza, aunque intentemos evitar esa tristeza con una sonrisa artificial, tarde o temprano se hará visible a través de los ojos o de las palabras. La mente
es como el viento, invisible, no podemos verlo pero podemos ver sus efectos. Es como los cimientos de una casa, no podemos verlos pero son los responsables de la estabilidad del edificio. O es como las raíces de un árbol, están bajo tierra y no las podemos ver, pero aún así le dan al árbol la fuerza para soportar las
tormentas. Algo muy importante que se aplica a muchos aspectos en la vida es:
“Lo invisible determina la cualidad de lo que es visible”. Nuestras palabras y acciones son el espejo de nuestros pensamientos.

Al principio, hablamos de alimento para la mente. De la misma forma que alimentamos a nuestro cuerpo
diariamente para que pueda mantenerse sano y fuerte, lo mismo se aplica a la mente. La gente hoy en
día pone más atención a tener una dieta sana y equilibrada, pero ¿cuántos de ellos ponen la misma
atención al alimento de la mente, es decir, a la cualidad de sus pensamientos? Hay dos factores que
influyen en nuestra forma de pensar:

1. Todas las influencias externas en nuestra vida diaria, por ejemplo, la gente con la que entramos en contacto, situaciones que debemos afrontar, todo tipo de noticias de la prensa, objetos materiales, etc. Dependiendo del interés o la atención que les demos, de acuerdo a ello es su influencia en nuestra mente.

2. Impresiones de nuestro subconsciente; estas impresiones pueden ser positivas o negativas, las últimas son a menudo debidas a profundos hábitos causados por acontecimientos del pasado, todo lo que está profundamente alojado en el ser.

Con atención y algunas disciplinas, las influencias externas y mis reacciones hacia ellas se pueden cambiar. Por ejemplo, veo que me estoy enfadando debido a lo que alguien me está diciendo y esto está creando pensamientos negativos en mi mente, así que poniendo atención en mí mismo pongo un freno, un punto
final para parar la expansión o reacción innecesaria.
Sin embargo, la influencia de los hábitos fuertes o del pasado, profundamente enraizados en la conciencia del ser, son más difíciles de detectar y, por tanto, más difíciles de revisar y de controlar. Pero, sea la influencia del exterior o del interior o de ambos, la respuesta es la misma. En algún lugar en mi interior tengo que tener la capacidad o el poder para filtrar o analizar los patrones o tipos de pensamientos creados, de manera que mis palabras y acciones puedan ser positivas y de beneficio para mí y para los demás.

¿Cuál es esta capacidad, este poder o facilidad para filtrar y analizar? Se llama intelecto. En el ser hay tres facultades que forman la conciencia humana: la mente, el intelecto y las impresiones.
El trabajo de la mente es crear pensamientos, luego éstos se convierten en palabras y acciones.

Las impresiones son características de la personalidad que constantemente alimentan a la mente y determinan la reacción con las influencias exteriores. Estos rasgos o hábitos trabajan automáticamente. Por ejemplo, si desde pequeño se me ha dicho que no soy bueno, que no valgo, etc. Y esto lo oigo de la familia, en la escuela y en otros lugares, al cabo del tiempo se desarrolla un sentimiento de inferioridad que arraiga profundamente en la personalidad. De hecho se convierte en la personalidad y por eso se dice que esa persona no tiene confianza en sí misma, no tiene autorrespeto, depende de la opinión de los demás, etc.
Cualquier patrón de pensamientos o acciones que se repite por un período de tiempo se convierte en un hábito arraigado o rasgo de la personalidad. Lo mismo se aplica a malos hábitos físicos, tales como fumar, comer sin control, etc.

Así que, ¿cómo revisarse y cambiar? ¿cómo hacer que estas impresiones paren de crear automáticamente patrones de pensamientos y de acciones negativas? La respuesta es utilizar el filtro del intelecto en el ser. Cuando hay el objetivo de cambiar entonces también hay que tener un método. El poder para cambiar, para
ser más positivo y mejor, reside en uno mismo no en ningún poder exterior.

El intelecto, cuando está atento, puede desapegarse y observar los hábitos y cómo influyen al ser. Con práctica el intelecto aprende a filtrar lo que es correcto de lo incorrecto e intenta poner sólo los pensamientos correctos en la mente. Es muy importante darse cuenta que tenemos este filtro en nuestro interior que nos permite discernir y tomar decisiones precisas y beneficiosas.

Sin embargo, a menudo, aunque el intelecto se da cuenta de lo que es correcto e incorrecto, no hay el poder para poner lo correcto en la práctica. Especialmente cuando uno se ha hecho adicto a ciertos hábitos o impresiones subconscientes, es como imposible. Por ejemplo, una persona puede comprender perfectamente que fumar mucho es muy malo para la salud; o que no tener autoconfianza sobre algo influye mucho en el estado mental, sin embargo, no hay el poder para cambiar tales hábitos o patrones de pensamientos.

Ahora bien, necesitamos comprender que hay impresiones positivas en el ser, de la misma forma que están las negativas. Las positivas pueden considerarse como fuentes de energía que son cualidades eternas o poderes que existen en el interior de cada ser humano. Por ejemplo, la paz, la felicidad, la verdad son recursos de energía eterna que la gente no toma constantemente. Aunque a veces hay la experiencia de paz, amor o felicidad es pocas veces constante, hay muchas interferencias de las impresiones negativas tales como el miedo, dudas, celos, ira, ego, etc. Estas impresiones negativas destruyen o polucionan el libre fluir de las energías positivas y eternas hacia el ser.
El intelecto tiene que trabajar para separar los flujos negativos y positivos que a menudo están mezclados para permitir que sólo los positivos entren en la conciencia. ¿Cómo entrenar al intelecto para hacer esto? ¿Cómo permitir que el flujo positivo entre en la mente y en las acciones? ¿Cómo revisar y transformar
los flujos negativos?

Es por esta razón que practicamos los ejercicios de silencio. Los ejercicios de silencio me ayudan a concentrar mi mente e intelecto, ir hacia mi interior hacia las energías positivas y eternas. Con la concentración adecuada de la mente y del intelecto hacia mis fuerzas constructivas interiores de paz, amor y felicidad, puedo hacerme poderoso. Poderoso en el sentido de permanecer positivo frente a situaciones negativas; pacífico cuando todo alrededor mío es caótico, es decir, no ser influenciado negativamente sino influir con mi positividad. Cuando estoy estable en mi poder interior de paz, entonces puedo dar esto a los demás y ayudarles a calmarse.

Siempre recordad que el primer paso hacia la paz reside en el interior. Cuando he aprendido el arte de filtrar lo negativo de lo positivo entonces puedo dar verdadera paz y amor a los demás a mí alrededor.
Vamos a hacer ahora un ejercicio de silencio, entendiendo que utilizo la energía de la mente, de los pensamientos, y la energía de mi intelecto, comprendiendo cómo profundizar hacia mi interior y emerger los recursos interiores de paz, amor o cualquier recurso que yo desee.
En estos ejercicios de silencio nos concentraremos principalmente en la paz. Esta es la fundación, ya que cuando hay equilibrio y armonía interior se hace fácil construir sobre ella los otros poderes del amor, felicidad, verdad, etc.
La experiencia de paz profunda me calma, me clarifica y me llena de energía para pensar y actuar positivamente.

Vamos a empezar.

Ejercicio de silencio 
Me relajo totalmente, y sigo estas palabras
con facilidad, sin esfuerzo.
"Me veo a mí mismo como un punto de luz,
un punto de energía en el centro de la frente.
¿Quién soy? ¿Quién soy en verdad?
Soy energía,
Soy un punto de luz pura,
y dentro de esta luz
está mi mente, mi intelecto y mis impresiones.
Voy a crear un pensamiento y situarlo en mi mente:
Soy un ser de paz, soy un ser pacífico.
Me sumerjo en este pensamiento,
suavemente me concentro en este pensamiento de paz
y ahora, con mi intelecto, entiendo que tengo
una gran fuerza interior de paz, la tengo que alcanzar
y utilizar para recargar mi ser.
Esta fuente de paz eterna está siempre en mi interior.
Ahora voy allí con mi pensamiento.
Me dirijo profundamente con mi pensamiento, muy profundamente
hacia mi interior.
Empiezo a experimentar esta fuerza interior de mi ser,
esta fuente eterna de paz.
Absorbo esta paz,
la absorbo y me hago totalmente pacífico.
En silencio, en concentración,
me experimento como un ser totalmente en paz.
Soy un ser de paz.
Soy paz, completa paz.
En silencio permanezco en este pensamiento.
Soy un punto de energía viviente.
Soy un ser de paz."



3.- EL ARTE DE MANTENER UN EQUILIBRIO
 
 
La razón por la que queremos entender cómo funciona nuestra mente es para que podamos crear un equilibrio entre nuestro mundo interno (pensamientos, sentimientos, impresiones) y nuestro mundo externo (palabras, acciones, comportamiento, relaciones, etc.).
El equilibrio es la base para la armonía en todos los aspectos de la vida: en el universo, en la naturaleza, en el entorno, en la sociedad, en la familia e incluso en el individuo. No importa cuán bueno o beneficioso sea algo, si no lo entendemos y pasamos sus límites se convierte en algo que finalmente causa daño (por ejemplo, la buena comida). Muy a menudo tendemos a realizar un exceso de cosas y vamos a los extremos; mantener un equilibrio requiere un claro entendimiento de cuando hacer algo y cuando no hacerlo, cuando empezar y
cuando parar. A esto también lo llamamos la habilidad de discernir y de tomar decisiones, que es la tarea de nuestro intelecto. Un intelecto claro tiene objetividad y nos da una amplia perspectiva en nuestra actitud hacia los demás y las situaciones, de esta forma uno puede fácilmente mantener este equilibrio interior y exterior.
Cuando hablamos de equilibrio no nos referimos a equilibrio entre lo positivo y lo negativo sino equilibrio sólo entre aspectos positivos que son opuestos uno con otro. Por ejemplo, el equilibrio entre la tolerancia y la valentía, o entre el amor y el desapego, o entre la paciencia y la determinación, o ser preciso y a la vez estar
libre de preocupaciones, o ser activo y ser silencioso.
Vamos a tomar el ejemplo de la tolerancia y la valentía. Todos sabemos lo importante que es la virtud de la tolerancia, que tan a menudo es necesaria en nuestra vida diaria para evitar conflictos y para permanecer en paz con nosotros mismo. Con tolerancia somos capaces de aceptar las diferencias que existen y no tenemos miedo de ellas. La tolerancia viene del entendimiento de que cada persona es como un actor que representa su papel propio e individual y de comprender que yo tengo que representar mi propio papel lo mejor que pueda.
La tolerancia nos capacita a aprender de cada situación, incluso aunque parezca muy negativa, ya que mediante la tolerancia aprendemos a no reaccionar negativamente, permitiéndonos así ver el beneficio que está escondido en esa pérdida. Sin embargo, si nos excedemos de tolerancia, entonces el resultado es
que nos hacemos apáticos, indiferentes, despreocupándonos de lo que sucede. La razón por la que la tolerancia puede llegar a un extremo, es decir, a la indiferencia, es debido a que no la hemos equilibrado con la valentía (afrontar a los demás o las situaciones) y ser activo. Muy a menudo es necesario que digamos nuestra opinión acerca de algo que es erróneo pero por falta de autoconfianza, un poco de inseguridad o por tener miedo a la reacción de los demás, preferimos mantener silencio y no hacer o decir nada.
No hacer o no decir por miedo a lo que los demás dirán eso no es tolerancia. Aunque es muy importante que digamos nuestra opinión claramente sobre algo que no nos gusta o que no estamos de acuerdo, aún así tenemos que poner atención que lo hagamos con buenos sentimientos o por lo menos con ningún mal sentimiento o ego. Ya que si la ira, la irritación o el odio está detrás de nuestras palabras entonces la otra persona no escuchará, pensando que la queremos corregir. Por eso, necesitamos ser capaces de ver el momento adecuado para decir algo y también cómo decirlo de manera que pueda haber comunicación.
Si por ejemplo, alguien está enfadado con nosotros e intentamos en ese momento decirle que lo está haciendo mal, entonces es imposible hacerle comprender. Es más sabio esperar el momento adecuado cuando la persona esté calmada y entonces hablarle sin malos sentimientos. Ya que tolerancia no
significa aceptarlo todo a ciegas, sino por el contrario, entender y cambiar lo que puedo y aceptar lo que no puedo cambiar.
Otro equilibrio importante en la vida es el de ser amoroso y desapegado al mismo tiempo. Si mantenemos este equilibrio podemos ser amorosos con los demás y a la vez estar libres de desacuerdos y preocupaciones. El amor probablemente es el valor más elevado que todos los seres humanos desean experimentar desde el momento del nacimiento hasta la muerte. El amor verdadero y desinteresado se
ha hecho tan escaso que la mayoría de la gente no cree en su existencia. Por amor verdadero entendemos la capacidad de respetar a los demás tal como son y ser capaces de dar sin esperar un retorno de lo que se ha dado. El verdadero amor da libertad y nos crea el espacio para crecer y expresar nuestra
individualidad. A menudo, sin embargo, no mantenemos la distancia adecuada entre nosotros y aquellos a quienes amamos y entonces en lugar de dar desinteresadamente empezamos a tener expectativas, a poseer y a exigir. Es cuando confundimos el amor con el apego que creamos ataduras hacia nosotros
mismos y con los demás. El apego significa que no respetamos la libertad de los demás e incluso peor, desarrollamos el sentimiento de posesividad con los demás.
El signo de este apego o posesividad es que habrá miedo, preocupaciones, inseguridad, celos y finalmente sufrimiento. Este amor malentendido no sólo destruye la amistad y las relaciones en general sino que nos hace perder el respeto por nosotros mismos. Por supuesto que necesitamos también amor y respeto pero nunca podemos recibirlo pidiéndolo o esperándolo de los demás o dándolo por sentado en nuestras relaciones. Es cuando empezamos a dar estas cosas que automáticamente las recibimos. Cuanto más demos más recibiremos, pero tenemos que dar de forma altruista, sin expectativas de recibir un retorno, de otra forma puede que demos mucho y no recibamos nada. Sólo podemos dar desinteresadamente cuando primero descubrimos que tenemos estas cualidades en nuestro interior y cuando nosotros primero las experimentamos. También viendo el lado positivo en los demás somos capaces de darles respeto y
consideración. Si tomamos el ejemplo de una madre, ella trata de hacer crecer a sus hijos y educarlos lo mejor posible; cuida amorosamente de ellos y olvida sus errores por amor. Ella constantemente da mucho, pero ¿qué ocurre si el resultado final no es el que ella esperaba, si su hijo no toma todos los buenos consejos que le ha estado dando y sigue sus propias ideas (erróneas)? Lo que ocurre a menudo en tales casos es que la madre tiene una conciencia negativa pensando que no fue lo suficientemente buena, o culpará o acusará a sus hijos por ser tan desagradecidos. En ambos casos, ella no ha entendido una ley básica y eterna que
es: “No importa cuanto demos a alguien, depende de él cuanto quiere tomar”.

De la misma forma, como esta madre, nuestra tarea es la de ser capaces de tener pensamientos positivos y sentimientos de cooperación hacia los demás, pero no es nuestra tarea el preocuparnos por cuanto quieren tomar o no, o culparlos si no toman nada. Cada uno es libre de escoger para sí mismo qué quiere hacer y hasta qué punto. Lo importante es que yo esté haciendo lo que es correcto; revisar esto es mi primer deber.

El equilibrio más importante es el de los pensamientos, palabras y acciones. O en otras palabras, el equilibrio entre el mundo interior y el mundo exterior. Sólo cuando hablamos lo que pensamos y hacemos lo que decimos puede empezar a crecer en nosotros el autorrespeto y la autoconfianza. Cuando mi entendimiento,
mis experiencias y mis acciones son uno, entonces puede haber armonía y estabilidad interior. Y sólo cuando estamos estables los demás pueden confiar en nosotros. Ni los demás no pueden confiar en mí ni yo no puedo tener fe en mí mismo si un día estoy en paz y coopero y al siguiente estoy enfadado y de mal
humor. Probablemente fe en nosotros mismos es la fe más difícil de tener. Es fácil tener fe en Dios, por lo menos cuando tenemos problemas o tenemos necesidad. Es fácil también tener fe en los demás si nos ayudan. Pero para desarrollar fe en nosotros mismos necesitamos poner atención a no repetir el mismo error por segunda vez.
La hipocresía, es decir, hablar una cosa y hacer otra es lo que destruye la fe y la confianza en mí mismo y la fe de los demás en mí. La honestidad conmigo mismo es muy importante para ser capaz de crear ese equilibrio interior entre pensamientos, palabras y acciones. La honestidad hace que haya claridad y sencillez en todo; no hay complicaciones ni confusiones.
El equilibrio es una función especial del intelecto ya que es sólo mediante el entendimiento de lo que se necesita, cuándo se necesita y hasta qué punto, que nuestra vida podrá ser positiva y con contentamiento.

Hemos hablado del equilibrio entre tolerancia y valentía, amor y desapego, los cuales nos ayudan mucho en nuestras actividades diarias. Otro equilibrio es entre la determinación y la paciencia. Necesito determinación para conseguir una meta. No dejo que las distracciones me alejen de lo que me he fijado hacer.
Esa firmeza es muy admirable, sin embargo, llevada al extremo, esa determinación se convierte en cabezonería y, con cabezonería la persona se olvida del arte de escuchar a los demás y no permanece fácil ni flexible. La determinación, para que sea correcta, tiene que ir equilibrada con la paciencia.
Paciencia significa cambiar y seguir un objetivo pero sin presión. La paciencia me enseña que no todo depende de mí; a menudo tengo que esperar, tengo que tolerar situaciones y personas mientras intento conseguir mi objetivo. La paciencia es calma y quietud, permitiendo que el gran factor del tiempo juegue
su parte.


El jardinero tiene la determinación de plantar un hermoso jardín y hace todos los arreglos adecuados, sin
embargo necesita paciencia. El sol, la tierra, las estaciones, el tiempo, todos tienen su papel que representar e
incluso las semillas mismas germinan a su propio tiempo. El jardinero no puede insistir para que todas germinen juntas y den el mismo perfume. La paciencia es una gran virtud, pero en su extremo puede convertirse en descuido y pereza. “Mañana, mañana”, “no tengas prisa”, algunas veces tales frases pueden venir de la pereza más que de la sabiduría. Así que de estos ejemplos, podéis ver como cada una de las situaciones de la vida requiere un número de virtudes trabajando al mismo tiempo para que haya éxito.
¿Podéis pensar en otros equilibrios importantes y necesarios para un estilo de vida positivo y con contentamiento? Para mantener cualquier equilibrio es importante interiorizarnos y tomar poder de nuestras fuerzas interiores y después utilizar ese poder en los patrones de pensamientos, palabras y acciones que creamos.
No vamos hacia dentro para quedarnos allí, sino para descubrir aquello que falta en nuestras vidas. Es en el verdadero y profundo silencio que emergemos de nuevo el poder para mejorarnos a nosotros mismos.

Repetir el ejercicio de silencio del punto 2.






(Obtenido del libro: El potencial del pensamiento positivo)





 
EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA:
LOS CHAKRAS PRIMERO, SEGUNDO Y TERCERO.
 

"La cortesía sirve de algo. (......) la amabilidad y la bondad son imperativos morales."  Jane Austen



Imaginemos que un reloj de arena simboliza el sistema energético de nuestra anatomía. La mitad inferior del reloj representa nuestra identidad física básica y contiene los chakras primero, segundo y tercero. La circunferencia de la base del reloj marca el dominio de nuestro mundo físico, nuestra familia o comunidad: nuestra tribu.
Éste también es el territorio energético de nuestras relaciones, todas nuestras pertenencias y todo lo que creemos que afecta a nuestra supervivencia, como el dinero y los privilegios.


Los primeros tres chakras generan un sentido intuitivo o instinto visceral que nos indica qué es lo que debemos hacer para protegernos y proteger lo nuestro (familia, hogar, posición en la comunidad, dinero y posesiones).
Denomino a estos instintos la "intuición para la supervivencia". Este instinto influye incluso sobre cómo aprendamos a distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. Según la mayoría de los órdenes sociales o leyes tribales, las personas se juzgan como buenas o malas y los actos como correctos o incorrectos. Conforme vamos creciendo en el seno de una sociedad, absorbemos esa escala de valores tribal y tendemos a tomar decisiones automáticas que la reflejan.

Para dar un ejemplo de cómo lo hacemos: Un día, mientras paseaba con un conocido por un parque, un mendigo se nos acercó y nos pidió dinero. La respuesta de mi amigo fué:
- ¿por qué no te buscas un trabajo?

Sin saber nada sobre la vida de aquel hombre, lo tildó de culpable o vago, como si el hecho de pedir dinero en la calle fuera fácil. Cuando yo objeté, señalando que las circunstancias que habían llevaddo a aquel hombre a perder su trabajo y un techo bajo el que vivir podían no haber dependido de él, mi amigo me contestó:
- Todo el mundo puede encontrar un trabajo. Probablemente pide dinero para gastárselo en drogas.

Mi amigo estaba hablando con la voz crítica de la tribu; había concluido que aquel hombre a la fuerza tenía que haber hecho algo mal en algún momento de su vida o nose habría  convertido en un mendigo. Tenía que ser "malo" porque era culpable del delito de fracasar en la supervivencia básica. Esta posición tan tajante,en el fondo, revelaba los miedos profundamente arraigados que tenía mi amigo sobre su propia supervivencia.
Él creía que si haces bien las cosas, no te ocurrirá nada malo; si eres buena persona, nunca te convertirás en un mendigo.
Si eres buena persona, no te pasará nada malo porque no te lo mereces. Mi amigo necesitaba ver a aquel hombre como alguien que se había salido del buen camino, una persona vaga o débil que había arruinado su vida; de otro modo, su visión de cómo funciona el mundo se habría desmoronado.
Si hubiera mirado a aquel mendigo compasivamente, habría tenido que desmontar toda su realidad, incluyendo su teología personal y su creencia en un Dios del orden, la justicia y la lógica.










 
 DEL PODER VISIBLE AL INVISIBLE

 

 
La generosidad trae felicidad en cada etapa de su expresión.
Experimentamos alegría al formarnos la intención de ser generosos.
Experimentamos alegría en el mismo acto de dar algo.
Y experimentamos alegría al recordar el hecho de haber dado.

BUDA

 

 

 
Cada uno de nosotros debe seguir un camino en particular que se nos va revelando. Tenemos que enfocar nuestra vida como un viaje, y en cada paso que damos, darnos cuenta de lo que nos rodea y aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Las formas en que actuamos, las decisiones que tomamos y las elecciones que hacemos cuando nos enfrentamos a oportunidades o desafíos, nos ayuda a desarrollar nuestra fuerza interior.

Asi es como acrecentamos nuestro poder personal. Si ignoramos todo cuanto nos rodea, si cubrimos nuestros sentidos con una nube de indiferencia, nos perderemos las coincidencias y sincronías que señalan hacia dónde debemos ir y qué debemos hacer. Tenemos que reconocer, aceptar y responder con gratitud a esas sincronías. El hecho de adquirir conciencia de la ayuda que nos ofrece y estar dispuestos a utilizarla incrementa nuestro poder personal.

Hay que enseñar a entender e interpretar las experiencias vitales a través del filtro del poder.

 

 

 
EL FILTRO DEL PODER

 
Cultivando nuestra naturaleza, recuperaremos la virtud.

 
ZHUANGZI

 

 
El poder tiene infinitas formas. Pero las diferencias entre un acto de poder visible e invisible no se pueden medir utilizando una escala de bueno-mejor-óptimo o pequeño-mediano-grande. Cualquier cosa que hagamos por otra persona o que ella haga por nosotros, a la larga, acrecienta o merma nuestro poder personal. Es algo que sabemos instintivamente.

Todo cuanto pensamos, decimos o hacemos influye de algún modo sobre nuestro entorno físico, emocional, mental y psíquico.


Cada acción es un intercambio de poder entre dos personas, independientemente de que se trate de una acción altruista o consumista. El poder es el principal ingrediente de la experiencia humana.

El primer mito sobre el poder: LA VIDA ES UNA LUCHA ENTRE “LOS QUE TIENEN” Y “LOS QUE NO TIENEN”. NO HAY SUFICIENTE PARA TODOS.

El segundo mito sobre el poder: CUANDO FORTALECEMOS A OTRA PERSONA, LE OTORGAMOS PODER SOBRE NOSOTROS.

El tercer mito sobre el poder: EL PODER MATERIAL GARANTIZA LA FELICIDAD



Estos tres mitos influyen sobre la forma en que casi todo el mundo decide a quién ayudar y cómo ayudarle. Incluso aunque estemos bien en lo económico o hayamos pasado de tener preocupaciones materiales a tenerlas de tipo espiritual, puedo garantizar que alguna vez todos suscribimos estas creencias sobre el poder.

(extraido del libro: El poder invisible en accion)


 

 

 

 

 
 
EL SERVICIO A LOS DEMAS ES UNA NECESIDAD BILÓGICA

 
 
No debemos, al intentar pensar en cómo podemos
 hacer grandes cambios, ignorar los pequeños cambios
que podemos hacer día a día, los cuales, con el tiempo, se
van sumando hasta provocar un gran cambio que a menudo
no podemos prever.

Marian Wright Edelman


       Ayudar a otras personas no es una opción, es una necesidad biológica. Cada acto de bondad que hacemos por alguien reaniman nuestra propia fuerza vital y la fuerza vital de la otra persona. Muchas tradiciones espirituales comparten la regla de oro: trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti.
       Cada vez que tendemos la mano a otra persona, bien porque  decidimos hacerle un pequeño favor o porque nos sentimos impelidos a ayudarle, realizamos un acto de poder invisible que tiene profundos efectos curativos tanto sobre nosotros, como dadores, como sobre el receptor. Lo que se puede empezar como un abrazo fiísico para trasmitir empatía a otra persona, por ejemplo, se puede convertir en una fuente de inspiración para esa persona que le ayudará a seguir adelante en un momento de desesperación y mucho después.
Respondemos a la gente necesitada porque percibimos su dolor y su angustia, y tambien lo sentimos e instuimos a traves de nuestro sistema energético.
Nuestros siete chakras son extremadamente sensibles al campo energético de todas las personas con quienes entramos en contacto. Aunque no evaluemos conscientemente los sistemas energéticos de los demás, captamos la fatiga de un niño, la preocupación de un padre, el estrés de nuestra pareja o la decepción de un compañero de trabajo.
No necesitamos adquirir el hábito de leer el sistema completo de chakras de una persona antes de dedicarle una palabra amable: actuamos siguiendo el instinto de compasión, una respuesta automática que se desencadena sin que tengamos que pensar en ello conscientemente. Elegir no responder a alguien, de hecho, es una acción mucho más consciente que tenderle la mano.

(extraido del libro: El poder invisible en accion)



EL PRESENTE


Hoy eliminaré de mi agenda dos días: ayer y mañana. Ayer fue para aprender y mañana será la consecuencia de lo que hoy pueda realizar.

Hoy me enfrentaré a la vida con la convicción de que este día jamás volverá.

Hoy es la última oportunidad que tengo de vivir intensamente, pues nadie me asegura que mañana volveré a amanecer.

Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad; mi única alternativa es la de triunfar.

Hoy desafiaré cada obstáculo que se me presente con la fe de que venceré.

Hoy seré la resistencia al pesimismo y conquistaré al mundo con una sonrisa, con la actitud positiva de esperar siempre lo mejor.

Hoy haré de cada tarea ordinaria una expresión sublime.

Hoy tendré los pies en la tierra comprendiendo la realidad y la mirada en las estrellas para inventar mi porvenir.

Hoy tendré tiempo de ser feliz y dejaré mi huella y mi presencia en el corazón de los demás.

Hoy invertiré mi recurso más importante: mi tiempo, en la obra más trascendental: mi vida. Cada minuto lo realizaré apasionadamente para hacer de hoy un día diferente y único en mi vida.

Autor Desconocido


Mi presente

Solo miro mi presente,
constante y distante,
no ausente que me reste
sólo vivir el presente.

Hoy es Yo, mi día presente,
ni miro atrás, todo enterrado,
ni miro más allá, aquello desterrado,
miro mi camino alzado en vano.

Mientras la luz me marque
el camino sembrado
es mi presente
lo bello acordado
entre Yo y mi Dios
Dulce creador
que nos sigue a todos,
y en todas partes.

Hoy es hoy, el presente.

Maria jose



TU LUZ INTERIOR


 
*Luz interior




Estoy preocupado por lo que veo... El hombre esta metido en una problemática

cotidiana tan intensa, que se está olvidando del valor esencial de la vida.

Todos salimos a padecer las inclemencias que se presentan en el escenario

urbano. El dinero es la medida de la satisfacción. Objetivo a alcanzar. La

estabilidad emocional va en función de la económica. Incluso la salud acaba

rendida ante su potestad.



¿Qué hay que hacer de manera cotidiana para ser feliz?



*1.-** *OIR MUSICA todos los días... De la que sea, la que te mueva

los sentimientos. La música es con la oración el puente vibratorio más

eficaz para conectar con Dios. Un día sin música es como un día sin agua.

*2.-** *SE POSITIVO. Cuando tengas ante ti un escenario de duda... "piensa

bien y acertarás". Atrae el optimismo, que el pesimismo llega solo..



*3.-** *REZA todos los días. Háblale a Dios para que te escuche. Yo rezo

porque, digamos que tengo un buen socio.



*4.-** *Habla BIEN de todos. Si te conduce una plática a denostar una

persona o grupo, asegúrate que esté presente para que argumente en su

defensa. Si tienes que destrozar a alguien, que sea para bien de los demás.



*5.-** *SE JUSTO. Cuando te propongan una injusticia, no la tomes. Si te

trae un beneficio, piensa que será aparente. Si no están claros los

argumentos... busca la verdad. Luego la tenemos de frente y nos engañamos

con espejismos.



*6.-** *LEE todos los días. Aunque sea un párrafo. Los libros traen riqueza

interior. Satisface tu curiosidad. El que no lee, recicla sus pensamientos.

¡Sacude el ambiente viciado de las ideas!



*7.-* ENRIQUECE tu vocabulario. Usa sinónimos.. Muestra tu bagaje cultural.

No hay nada más menesteroso, que la pobreza del lenguaje. A cada concepto,

una palabra. A cada vocablo un sentimiento.



*8.-** *RIE a diario. Reír es casi igual de importante que llorar. Llora lo

más que puedas. La risa y el llanto se llegan a tocar en la alegría. La

nobleza se basa en externar sentimientos.



*9.-* Sé CONSTANTE con aquellos que amas. Por lo general lo que amas guarda

sus razones. No ocultes tus afectos. Sé transparente.



*10.-* Mantén despierto el INTERES. Siempre hay algo que aprender. A

cualquier edad y condición. Deja que el espíritu se asome por tus ojos...

por tu pensamiento. La inteligencia es curiosa. La ignorancia, perezosa.



El hombre muere cuando se cansa de vivir. Haz que se vea fácil lo difícil.

Piensa en el regalo que representa tu existencia. Vive en PAZ y verás tu

entorno. No guardes nada oscuro en tu corazón, ni remordimientos ni

arrepentimientos. Ni envidias ni frustraciones o apegos...

NUNCA PIERDAS LA FE. Aprende a fluir... ¡Como la luz!

MAHATMA (ALMA GRANDE)

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.


Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.

Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada.

No rememores dolores y sufrimientos antiguos.

¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.

Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella.

Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.

Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.

Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.

La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza.

No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.

El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.

No existen trabajos humildes.

Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.

Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño.

Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.

Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.

Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.

No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.

Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

“Que este día sea el mejor de tu vida"

MAHATMA GHANDI
LA ENVIDIA (OSHO)


 
Pregunta: ¿Qué es la envidia y por qué duele tanto?


Osho:



Envidiar es comparar. Y hemos sido enseñados a comparar, hemos sido condicionados para comparar, siempre comparar. Alguien tiene una mejor casa, alguien tiene un mejor cuerpo, alguien tiene más dinero, alguien tiene una personalidad carismática. Comparar, sigue comparándote a ti mismo con todos los que pasan y la envidia aparecerá; es el acondicionamiento de la comparación por el producto.

Por otra parte, si dejas de comparar, la envidia desaparece, entonces tu simplemente, sabes que tú eres tú y nadie más y no existe la necesidad. Es bueno que no te compares con los árboles, si no, vas a sentir mucha envidia— ¿por qué no fuiste verde? ¿Y por qué Dios es duro contigo y no con las flores? Es mejor que tú no te compares con los pájaros, los ríos, las montañas porque sufrirás. Sólo te comparas con seres humanos porque has sido condicionado para compararte con otros seres humanos; no te comparas con pavos reales o loros. Ahí si que estarías celoso cada vez más: estarías tan celoso que simplemente no podrías vivir.


La comparación es una actitud muy tonta, pues cada persona es única e incomparable. Una vez que comprendes eso, la envidia desaparece. Cada ser es único, incomparable. Tú eres sólo tú: nadie ha sido jamás como tú, y nadie jamás lo será. Y no necesitas ser como otro.

Dios sólo crea originales; no crea copias.

Un grupo de pollos y gallinas estaba en el patio cuando una pelota de fútbol voló sobre la cerca y cayó en el centro. Un gallo observó, balanceándose la estudió y luego dijo “ No me estoy quejando chicas, pero miren el resultado del trabajo de los vecinos”

En casa de los vecinos, grandes cosas suceden: el pasto es más verde, las rosas son más rosadas. Todos parecen tan felices –excepto tú. Siempre comparándote. Y el caso es el mismo con los otros, se están comparando también. Quizás están pensando que el pasto es más verde en tu césped –siempre parece más verde a la distancia– que tu esposa es más bonita, … Tú estás cansado, no puedes entender como te permites a ti mismo estar atrapado con esta mujer, no sabes como deshacerte de ella— ¡y el vecino tiene envidia de ti por tener una esposa tan linda! Y tal vez tú estás celoso de él…

Todos sienten envidia de los demás y por eso creamos un infierno y nos convertimos en malas personas

Un viejo granjero estaba enojado mirando los daños de la inundación. “Hiram” gritó el vecino” todos tus cerdos se desbarrancaron por el arroyo”.

“¿ y los cerdos de Thompson?” preguntó el granjero.

“También se fueron”.

“¿y los de Larsen?”

“Sí”.

“¡Mmn! Soltó el granjero, contento “no es tan malo como pensé”

Si en todas partes hay miseria, se siente mejor; si todos están perdiendo, se siente bien. Si todos están felices y exitosos, hay un dejo de amargura.

Pero ¿por qué la idea de los otros entra en tu cabeza, en primer lugar?

Nuevamente déjenme recordarles que es: porque no dejan que sus propios juicios fluyan; no dejan que su propia felicidad crezca, no han permitido a su propio proceder. Por eso se sienten vacíos y miran a todos y cada uno afuera, porque sólo pueden ver lo de afuera

Tú conoces tu interior y así conoces a los demás; exteriormente, eso genera envidia. Ellos te conocen exteriormente y saben cuál es su propio interior— eso genera envidia. Nadie más conoce tu interior. Entonces tú sabes que no eres nada, que no vales nada. Y los otros, afuera, se ven sonrientes. Sus miradas pueden ser falsas, pero, ¿cómo sabes que son falsas? Quizá sus corazones están muy sonrientes. Sabes que tu sonrisa es falsa porque tu corazón no sonríe del todo, talvez está llorando y sollozando.

Tú conoces tu interior y sólo tú lo conoces, nadie más. Y conoces el exterior de todo el mundo y en el exterior la gente lo hace bonito. El exterior son sólo piezas de un espectáculo y es decepcionante.


Hay una antigua historia sufí.

Un hombre estaba muy agobiado con su sufrimiento. El rezaba cada día a Dios “¿Por qué yo? Todos parecen tan felices, por qué soy el único que sufre.” Un día fuera de sí por la desesperación, rezó a Dios, “Puedes darme el sufrimiento de cualquiera y lo aceptaré, pero toma el mío, ya no lo soporto más”

Esa noche tuvo un hermoso sueño –hermoso y muy revelador. Soñó que Dios se le aparecía en el cielo y les dijo a todos: “pongan todos sus sufrimientos dentro del templo” Todos estaban cansados de su sufrimiento. De hecho todos han rezado alguna vez “Puedo aceptar el sufrimiento de cualquier persona, pero llévate el mío; esto es demasiado, es insoportable”.

Así, todos juntaron sus sufrimientos en una bolsa y llegaron al templo, se veían felices; el día había llegado, sus plegarias habían sido escuchadas. Y este hombre también se apresuró al templo.

Y Dios dijo “pongan sus bolsas en las murallas” y eso hicieron y entonces Dios declaró. “Ahora puede cada uno escoger tomar cualquier bolsa”.

Y lo más sorprendente fue esto: que el hombre que había rezando siempre ¡corrió hacia su bolsa para que nadie la tomara! Pero él tuvo una sorpresa porque cada uno tomó su propia bolsa y todos estaban contentos de elegir de nuevo ¿Qué pasó? Por primera vez cada uno vio las miserias ajenas — ¡sus sufrimientos eran iguales o más grandes!

El segundo problema era que uno se acostumbra a los sufrimientos propios. Ahora, elegir los de otro –¿quién sabe que sufrimientos habría en otra bolsa, por lo menos uno está familiarizado con sus propios sufrimientos, se ha acostumbrado a ellos –¿para qué elegir uno desconocido?.

Y todos se fueron a casa felices. Nada había cambiado, estaban devolviéndose con el mismo sufrimiento, pero todos estaban contentos, sonrientes y alegres porque pudieron llevarse su propia bolsa devuelta.

En la mañana él rezó a Dios y dijo:” Gracias por el sueño, nunca te pediré eso de nuevo. Lo que sea que me hayas dado, es bueno para mí; por eso me lo has dado”.

Por los celos están en constante sufrimiento; se han vuelto malvados con los otros. Y por los celos tú comienzas a ser falso, porque comienzas a pretender, comienzas a simular cosas que no son, empiezas a pretender cosas que no puedes, que no son naturales para ti. Llegas a ser más y más artificial. Imitando a otros, compitiendo con otros ¿qué más puede hacerse? Si alguien tiene algo que tu no tienes y no tienes la posibilidad natural de tenerlo, la única forma es tener un sustituto barato.

Escuché que Jim y Nancy Smith tuvieron una gran temporada en Europa este verano. Es tan bueno cuando una pareja tiene la oportunidad de vivir la vida. Ellos fueron a todas partes e hicieron todo. Paris, Roma… nómbralo, ellos lo vieron e hicieron todo.

Pero fue tan molesto cuando al regresar a casa, pasaron por la Aduana, Uds. saben como los oficiales de Aduana escudriñan las pertenencias. Abrieron una bolsa y sacaron tres pelucas, ropa íntima de seda, perfume, tintura para el pelo… realmente molesto. ¡Y era sólo la maleta de Jim!

Sólo mira dentro de tu valija y encontrarás muchas cosas artificiales y falsas ¿para qué? ¿por qué no puedes ser natural y espontáneo? Por los celos.



El celoso vive en un infierno. Elimina la comparación y los celos desaparecerán, la maldad desaparecerá, la falsedad desaparecerá. Pero sólo los puedes eliminar si empiezas a hacer crecer tus tesoros internos; no hay otra forma.



Madura, conviértete en un individuo más y más auténtico. Ámate y respétate de la forma que Dios te hizo e inmediatamente las puertas del cielo se abrirán para ti. Estuvieron siempre abiertas, simplemente no te habías fijado.

Del libro.. Osho habla de….


1 comentario:

  1. Te felicito.Mary por todo este buen material que has subido. Ojala lo sepan apreciar y aprovechar.
    Un abrazo de luz desde mi corazón al tuyo

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