martes, 17 de mayo de 2011

EL CAMINO HACIA EL FORTALECIMIENTO

LOS DONES DEL ESPIRITU: SEPTIMO CHAKRA

Una leyenda hindú trata sobre una época muy lejana en que todos los seres humanos eran dioses. Pero la gente apreciaba tan poco su naturaleza divina que otros dioses decidieron despojarla de ella.
Brahma, el dios supremo, queria esconder la divinidad humana en un lugar donde el hombre nunca pudiera encontrarla, y pidió a los demás dioses que le ayudaran a encontrar el mejor escondite.
Un dios propuso enterrar la divinidad humana en las profundidades de la Tierra, pero Brahma pensó que seguro que los hombres excavarían lo bastante hondo como para encontrarla de nuevo.

Otro dios propuso hundirla en las profundidades del mayor de los océanos, pero Brahma pensó que los humanos acabarían aprendiendo a bucear a suficiente profundidad como para encontrarla y llevarla a tierra firme.
Otro dios sugirió depositarla en lo más alto de la más alta de las montañas, pero Brahma sabía que el hombre acabaría escalando lo bastante alto como para conquistar todos los picos de la Tierra.
Frustado, el consejo de dioses concluyó que no había ningún lugar en la Tierra que los humanos no puedieran encontrar y, a la larga, conquistar.

Por lo tanto, Brahma empezó a pensar en otras formas de esconder la divinidad humana. Estuvo mucho tiempo pensando. Al fin, dijo:

-No podemos esconder la divinidad en la Tierra porque ellos están determinados a hacerse dueños de todo el planeta. Pero , si escondemos la divinidad en el interior de sus ser, nunca se les ocurrirá buscarla allí.

Y desde entonces los humanos hemos estado buscando nuestra divinidad.

Extraido del libro :"El poder invisible en accion" Carline Myss

viernes, 13 de mayo de 2011

EL CAMINO HACIA EL FORTALECIMIENTO

LOS DONES DE LA SABIDURIA.: SEXTO CHAKRA

El conocimiento es comunicable, pero la sabiduría
no. Podemos encontrarla, vivirla, fortalecernos con ella,
hacer maravillas con ella, pero no la podemos comunicar
ni enseñar.
Hermann Hesse

A veces tenemos la bendición de conocer a una persona cuya sabiduría es tan absoluta que recalibra completamente nuestra escala de valores. Tuve la suerte de cruzarme con una de esas personas cuando conocí a Jack, un hombre mágico que sencillamente había hecho la elección de agradecer cada día de su vida, al margen de lo que éste le deparara. Muchas otras personas han intentado hacer los mismo, con grados variables de éxito.
La mayoría de las personas que he conocido y que afirman haber alcanzado ese estado mental y del ser también explican detalladamente el programa terapéutico que necesitan para mantenerlo. Jack simplemente eligío la gratitud como actitud vital y, a partir de aquel momento, vivió la gratitud.

Cuando conocí a Jack, tenía multitud de preguntas que hacerle:"¿cómo lo lograste? ¿qué te motivó a hacerlo? ¿Cuesta mucho esfuerzo encontrar algo que agradecer cada día?". Le interrogué como una reportera novata, tomando notas sobre cómo aquel mortal aparentemente normal y corriente había cruzado la línea de meta de la gratitud sin necesidad de asistir a dieciséis seminarios de yoga ni de atravesar ningun avatar espiritual.
Sus respuestas fuero oro puro para mí y no han perdido nada de brillo con el paso del tiempo.
Jack me explicó: "Me ha resultado fácil encontrar algo que agradecer cada día. Renuncié a toda expectativa. Mañana no tiene que ser mejor que hoy para tener un buen dia. No necesito cumplir todos mis sueños para poder decir que mi vida es buena. No me importa si no conduzco determinado coche o no tengo todo lo que quiero. No quiero tantas cosas. De modo que me resulta fácil apreciar la vida. He descargado a Dios del peso de tener que proporcionármelo todo para poder ser feliz. Por extraño que parezca, ahora soy más feliz que cuando vivía dominado por el deseo de que la vida fuera como yo queria que fuera. La gente me pregunta: Pero...... ¿cómo es posible que seas tan feliz?, como si tuviera que faltarme algo. Sencillamente elegí ver el bien, de algún modo, en la gente y apreciar lo que cada día me tiene preparado. Así se vive mejor".

Nunca he dejado de nutrirme de la sabiduría de Jack como fuente de fortalecimiento. Jack hizo que su elección pareciera sumamente fácil. No se angustió, se atormentó ni sudó preguntándose si había tomado una decisión correcta o incorrecta. No le preocupó la posibilidad de que, a consecuencia de su decisión de apreciar la vida, pudiera perder dinero o irse a piqué su negocio. Se limitó a respirar hondo, vio la lógica espiritual de todo aquello, tomó una decisión y construyó una nueva vida.
Básicamente, Jack es un Buda viviente. Ha descubierto que el apego - a las cosas, a la gente, a las ideas, a las expectativas - genera sufrimiento e impide la felicidad y la apreciación de la vida. Jack vive en consonancia con las nobles verdades que predicó Buda: "La vida es sufrimiento. El apego es el origen del sufrimiento. El final del apego trae consigo el final del sufrimiento." Que Dios lo bendiga.

La máxima "Cada uno se crea su propia realidad" es la comlumna vertebral de la conciencia humana. Es un descubrimiento esencial que debe repercutir sobre todos los aspectos de nuestra vida.
Quiero aclarar, no obstante, que " crear nuestra realidad" no es el deseo simplista de hacer que las cosas vayan como a nosotros nos gustaría; no se trata de verlo todo de color rosa y almibarar todos los acontecimientos. Cada uno de nosotros elige participar en la realidad más amplia que ha creado Dios, y , como Jack, todos tenemos el poder de elegir cómo responder a cada situación en que nos encontramos.
La forma en que influimos sobre nuestra realidad y la moldeamos depende del sexto chakra, el centro de la energía mental.
En este centro de poder, se unen la mente y el espíritu; todos nuestros miedos, creencias, esperanzas, actitudes, recuerdos, aptitudes y habilidades intelectuales negocian múltiples planos de realidad y percepción.
El sexto chakra está ubicado en el centro de la frente, un poco más arriba del entrecejo, en el lugar donde el arte y las tradiciones espirituales colocan al tercer ojo. También conocido como el ojo místico de Shiva, el sexto chakra representa la intuición de la visión cosmica directa y participa en la clarividencia, la segunda vista.
Algunos animales todavía tienen un tercer ojo funcional, la glándula pineal, que fue el primer tipo de ojo que se desarrolló en los vertebrados (de modo que, junto con una médula espinal física, desarrollamos la intuición, la energía que nos conecta con la columna vertebral espiritual).
Las células de la glándula pineal contienen el mismo tipo de células sensoriales sensibles a la luz que la retina, pero actualmente se desconoce cuál es exactamente su función, aunque todavía parece recibir señales procedentes de áreas del cerebro implicadas en la visión.
Este tercer ojo primitivo probablemente era funcional antes de que el par de ojos que tenemos actualmente se formara y se hiciera dominante, y lo más probable es que siga enviando información a nuestro cerebro y a nuestro cuerpo, ayudándonos a mediar entre distintas realidades físicas y de otro tipo.
El diálogo espiritual con lo divino empieza en el sexto chakra porque este centro de poder contiene nuestra creencias sobre el universo en general, la bondad de los demás y la posibilidad de la intervención divina. La electricidad de la fe pertenece al dominio del séptimo chakra, mientras que el poder de una mente abierta reside en el sexto.

(Extraido del libro: El poder invisible en accion)

miércoles, 4 de mayo de 2011

EL CAMINO HACIA EL FORTALECIMIENTO

LOS DONES DE LA ELECCION: QUINTO CHAKRA

Mi primer encuentro con lo que ahora considero el " poder del quinto chakra" sucedió en menos de un minuto y cambió toda mi vida.
Ocurrió cuando estaba en primero de carrera de la Universidad Católica, donde todos los novatos tienen que ir a clases de religión. Yo tenía la actitud de "¿Y quién necesita estudiar algo así?" O sea que no estudié y simplemente asumí que aprobaría.

A medio semestre, parecía abocada al suspenso. La profesora, alguien a quien tengo en gran estima desde aquel día, me paró en el vestibulo antes de entrar en clase y me dijo: "No estás rindiendo en mi clase. Es obvio qu eres inteligente y es una lástima que todavía no te haya enseñado nadie a utilizar la inteligencia". Y después se alejó... sin más.

Sus palabras me dejaron anonadada. Me acababa de decir algo que normalmente me habría hecho sentirme humillada, pero me sentí inspirada, fortalecida. No me lo podía quitar de la cabeza.
Todo lo que rodeó aquel momento se me quedó grabado, sobre todo el estilo tan desapegado que utilizó mi profesora. Fue capaz de decirme algo que necesitaba oír sin hacerme sentir como un fracaso.
Su falta de resentimiento me permitió absorber solamente la gracia y la sabiduría de su guía.
En aquel intercambio aprendí sobre el poder de la elección y de la intención. Recordé cómo se había presentado aquella profesora el primer día de clase, diciendo: "Mi intención es enseñaros lo mejor que pueda. Si os gusto o no es algo que carece de importancia para mí. Mi tarea consiste en enseñar."
Nunca antes en mi vida había oído a nadie afirmar que no le importaba gustar o no a los demás. En aquel entonces yo, como la mayoría de las jóvenes, creía que gustar y ser valorada era la meta de todo lo que hacíamos. Mi profesora me introdujo en el dominio de lo transpersonal. La pureza de intención que mostró con tanta hermosura fue una de sus lecciones más maravillosas.

"Nuestro temor más profundo no es a ser inadecuados. Nuestro temor más profundo es a tener un poder más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta."
Marianne Williamson


(extraido del libro"El poder invisible en acción")

jueves, 28 de abril de 2011

EL CAMINO HACIA EL FORTALECIMIENTO

LOS DONES DEL CORAZÓN. CUARTO CHAKRA

Un hombre que asistió a uno de mis seminarios me llevó aparte para explicarme la historia de su divorcio. Fue algo que nunca olvidaré. Aquel hombre me explicó que su ex mujer encontraba imposible vivir con la compasión que él sentía por los demás. Como me contó: “ Mi ex mujer considera que la gente debe cuidar de sí misma. Yo siempre he creído que la gente deber preocuparse por los demás. Siempre discutíamos cuando yo quería hacer regalos de Navidad a otras familias o donar dinero, y no era porque no tuviéramos suficiente para nosotros.
Aunque hubiéramos sido millonarios, mi deseo de ayudar a otras personas le habría seguido preocupando. Simplemente , no estaba preparada para preocuparse por nadie ni nada que no fuera ella misma, y fue mejor para los dos que tomáramos caminos diferentes.”
A la ex mujer de aquel hombre no le gustaba el amor desinteresado ni el gran corazón de su marido. Le asustaba tanto la vida en general y estaba tan dominada por el mito de que no hay suficiente para todos y tan aterrada por sus propias vulnerabilidades que mantenía prácticamente a todo el mundo a más de un brazo de distancia para que nadie pudiera romper su frágil muralla emocional.
El amor es sencillo, pero no es fácil.
Una idea equivocada bastante extendida sobre el amor es que, para poder tenerlo, necesitamos a otra persona en quien volcarlo: necesitamos una diana, un objeto, un receptor. Pero los maestros espirituales de las religiones de todo el mundo nos enseñan que es posible sencillamente aprender a amar sin un motivo, sin una persona. Jesús dijo; “ Si amáis a aquellos que os aman, ¿qué recompensa obtendréis? ¿Acaso hasta los cobradores de impuestos no hacen los mismo?.....Por eso no debéis poner ningún límite a vuestro amor, del mismo modo que vuestro Padre celestial no pone ningún límite a su amor” (Mateo 5:43-48).
Y un maestro espiritual más contemporáneo, Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito señala: “ El amor no es pensar, sino ser”.

“Donde impera el amor, no hay voluntad de poder; y donde predomina el poder, falta el amor. Uno es la sombra del otro.” Carl Jung.

La intuición del corazón- el amor- es una fuerza más poderosa que la intuición para la supervivencia, la fuerza de los primeros tres chakras. En este cuarto nivel, dejamos el plano físico para adentrarnos en el espiritual. Este cuarto centro energético nos arrastra a las profundidades del sentimiento, y no sólo me refiero a los sentimientos personales por las personas –la familia, los amigos o los compañeros de trabajo – que ya forman parte de nuestra vida. El amor, después de todo, influye en todas las cosas, y expande nuestra capacidad de intuir las vulnerabilidades y necesidades de otras personas y estar abiertos a ayudarles.
El amor a la humanidad es una fuerza motivadora central que permite soportar meses o incluso años de compromiso. Y esta misma fuerza sagrada atrae hacia nosotros a aquellas personas que son capaces de ofrecernos ese tipo de ayuda.
De todos modos, incluso cuando podemos penetrar en el núcleo de las necesidades de otra persona, no todos estamos dispuestos o somos capaces de ayudarle. Mucha gente no puede dar mas que una asistencia básica de tipo material – alimento, un techo, dinero- propia de la generosidad del primer chakra. Este tipo de generosidad es vital, puesto que el hambre aprisiona al cuerpo y al espíritu y limita la libertad del alma.
Pero madurar espiritualmente significa desarrollar la conciencia y el poder de ir más allá de esa zona de ayuda material – de las acciones impersonales, aunque vitales, de donar bienes – a actos de fortalecimiento espiritual.
Michael W. escribe:” Una tarde, estaba paseando por la avenida Van Ness de San Francisco entre la habitual variedad de transeúntes: jóvenes parejas cogidas de la mano, algunas personas mayores, bien solas o en parejas, y, por supuesto, los mendigo y los “sin techo”.
Me dirigía a un restaurante de moda para cenar. Cuando me estaba acercando a la esquina más próxima a la entrada del restaurante, vi a dos mendigos. Uno era de mediana edad y estaba sentado en la acera con la espalda apoyada en un buzón. Iba muy sucio. Su cara, su pelo negro y gris y su barba estaban cubiertos de suciedad y sudor seco. Sus ropas eran viejas y estaban oscurecidas por la mugre. Bajo las frondosas dejas, sus ojos estaban vidriosos y su mirada desenfocada, como si su mente estuviera en otra parte. Por su forma de hablar – balbuceante e incoherente- supuse que estaba en otro mundo o que tal vez era esquizofrénico, pues su mirada y sus balbuceos me recordaban a los de los pacientes que había visto en un hospital psiquiátrico estatal en el que trabajé.
“ Delante de la entrada del restaurante había un anciano también vestido con harapos, aunque no estaba tan sucio y parecía tranquilo y coherente. Sabía dónde estaba y qué estaba haciendo exactamente. Cuando me acercaba a la entrada del restaurante, una joven y atractiva pareja salía de él. Los dos eran guapos y vestían bien, parecían felices, inteligentes y ricos. La mujer , joven y hermosa, llevaba una caja de porexpán blanca con comida para llevar. El más anciano de los dos mendigos se les acercó y les dijo: “¿Dinero para comer?” En aquel instante, yo pasé rápidamente por su lado, evitando al mendigo. Seguidamente, la joven alargó la caja al anciano, quien la cogió inmediatamente y le dijo con simpatía: “¡Gracias, muchas gracias, Dios la bendiga!”. Me giré para mirar porque lo que yo había esperado no era un ofrecimiento y una aceptación de comida. El anciano sonrió a la pareja y se dirigió hacia el buzón, donde estaba sentado el otro mendigo. Abrió la caja: había media ración de comida con un cuchillo y un tenedor de plástico. Utilizó el cuchillo para cortar la tapa de la caja; después la colocó con cuidado sobre el buzón, donde también colocó el tenedor.
Después se encorvó hacia el otro mendigo y sostuvo la comida delante de él. Con mucha delicadeza, le dijo: “Eh, hermano, aquí tienes algo para comer”.
El hombre de mediana edad lo miró confuso. Parecía ser sólo vagamente consciente de que alguien le estaba hablando. El anciano le volvió a hablar, con suma amabilidad: “Venga, hermano, aquí tienes algo para comer”. Desde muy lejos, aquel hombre empezó a volver muy lentamente. Sus ojos empezaron a enfocar parcialmente. Parecía confuso mientras olfateaba la comida que tenía delante. Lentamente , volvió a este mundo y logró entender que alguien le estaba ofreciendo comida. El anciano esperó pacientemente. Por último, cuando el otro hombre, parecía haber comprendido, el anciano le volvió a repetir: “Venga, hermano, come algo”. Impertérrito, el hombre de mediana edad cogió la comida y murmuró:”Gracias”, encontró el tenedor y empezó a comer despacio. El anciano cogió la otra mitad de la comida, se sentó al lado del otro hombre y se pusieron a comer los dos juntos.”

La compasión y el respeto que mostró el mendigo de más edad por una persona que estaba peor que él fueron exquisitos. Si nos diéramos cuenta de que otra persona está muriéndose de hambre por una ración de dignidad, ¿seríamos capaces de alejarnos sin hacer nada? Si nuestro entramado espiritual funcionara como es debido, la respuesta debería ser: “ No, por supuesto que no.”
No estoy sugiriendo que eso signifique que debamos llenarle la despensa y los bolsillos a ese hombre, sino que nuestra capacidad para penetrar en el nucleo de sus necesidades y de sentir que su hambre también es espiritual nos llevaría a hacer algo.
La carta de arrepentimiento de Michael revela el conflicto interno que se crea cuando el corazón no ignora los miedos procedentes del instinto de supervivencia. El autor sabía desde el principio que su corazón no establecería una conexión emocional con aquellos dos mendigos. Pero la conexión emocional que sí se estableció entre aquellos dos hombres, sin duda dejó una marca en su conciencia, o no se habría tomado la molestia de escribir la carta. Si Michael se hubiera parado en la entrada del restaurante y hubiera respondido a la petición del mendigo con compasión y sin miedo, esa muestra de respeto habría sido un supremo acto de servicio. La comida dada con dignidad alimenta tanto el cuerpo como el espíritu.
Michael se encuentra en un punto de inflexión, o en un punto de ruptura a partir del cual puede hacer grandes progresos. Está bailando alrededor de su cuarto chakra e intentando mitigar su culpa al escribir una carta donde la admite, lo que es un buen ejercicio… por una vez.


(Extraido del libro"El poder invisible en accion")

lunes, 25 de abril de 2011

EL CAMINO HACIA EL FORTALECIMIENTO

LOS DONES DE LA AUTOESTIMA: TERCER CHAKRA

Hace algunos años, estaba impartiendo un seminario sobre el desarrollo de la intuición e intentaba ayudar a mis alumnos a concentrarse mejor en oir su voz interior.
Probé muchas tecnicas, desde la respiración consciente a la meditación y la visualización, pero ninguno parecía beneficiarse de aquellas prácticas, por lo menos en lo que se refiere a las habilidades intuitivas.

Mis alumnos estaban decepcionados, pero entonces me di cuenta de que, en realidad, ninguno de ellos confiaba en su sentido del yo. Lo estaban intentando, incluso cerrando los ojos y respirando profundamente, más que nada para impresionarme y para, por así decirlo, sacar buena nota.
No eran capaces de salir de su forma habitual de percibir la información procedente de sus propios campos energéticos.

Saber que las propias precepciones son precisas es algo que tiene que ocurrir sin necesidad de ninguna validación procedente de terceras personas. La intuición no llega como resultado de ninguna dieta en particular, la práctica de algún ritual o escuchar móviles de campanillas. Es una consecuencia natural de la autoestima, la fuerza más poderosa que se puede tener.
Con autoestima, la vida se puede convertir en una aventura porque uno sabe instintivamente que puede afrontar lo desconocido. Y puede permitirse ayudar a los demás sin miedos, lo que es la verdadera liberación.
El tercer chakra es el centro energético del yo. Es el centro del ego, la zona que posee el poder de la intuición para la supervivencia. Nos nutrimos más de la energía de este tercer chakra que de la de los otros seis. En este campo energético, las percepciones cambian de "a qué pertenezco" -percepciones tribales del primer chakra - y de los intercambios relacionales del segundo chakra - " a quién pertenezco" - al sentido personal e individual de la propia identidad.

Melissa J. describió perfectamente esta diferencia cuando escribió: "Hay actos de servicio personales e impersonales. Un acto de servicio impersonal sería, por ejemplo, participar activamente en el proyecto de una ONG. Los actos de servicio personales son distintos. Decides ayudar a una persona en concreto que forma parte de tu vida implicándote personalmente y, por lo tanto, realizas una obra piadosa, un auténtico acto de servicio."

El comentario de Melissa no desvaloriza, bajo ningún concepto, los proyectos de voluntariado, pero señala la importancia de fortalecernos interiormente lo suficiente como para poder fortalecer a otra persona.
Por ejemplo, ayudar a otra persona a contruirse una casa, un acto de poder del primer chakra, es una forma de ayuda que tiene un resultado muy tangible. Pero ser capaz de elevar la autoestima de otra persona, un acto de poder quintaesencial del tercer chakra, es menos visible y suele exigir mayor implicación personal.
Ayudar a otra persona a construirse una casa es algo transicional en lo que se refiere al uso de energía y tiempo, pero ayudar a fortalecer la autoestima de alguien es algo transformacional y puede costar mucho más en el aspecto energético.
Uno puede ver la casa que ayudó a construir, pero no puede sopesar o medir la influencia que ha tenido en la elevación de la autoestima de otra persona. Por ejemplo, podemos decir: "Yo coloqué esa ventana en la pared sur de esa habitación", pero nunca podremos justificar afirmaciones del tipo de:"Yo soy la razón de que él hiciera algo por sí mismo".

Nuestro ego desea recibir reconocimiento por la ayuda que damos y esto, sin lugar a dudas, puede influir sobre cuándo y cómo decidimos ayudar, y sobre si queremos que nos den las gracias o bien preferimos el anonimato.
Una mujer que conocí estaba muy amargada porque había ayudado voluntariamente a una comunidad consolando a las víctimas de experiencias traumáticas y se sentía engañada debido a que los demás voluntarios no habían reconocido sus esfuerzos. La labor de voluntariado implica ayudar donde y cuando es necesario; pero, para aquella mujer y para muchas otras personas, el voluntariado es un medio para cosechar elogios y establecer una base de autoridad y poder personales. Los juegos de poder y la política, por descontado, pueden ser tan habituales en las organizaciones de voluntariados como en los negocios, y constituyen desafíos típicos del tercer chakra.
Por otro lado, en uno de mis seminarios conocí a una mujer que era refrescantemente consciente y directa sobre lo que podía y no podía dar. Dijo:
-Yo no puedo ser una buena voluntaria porque necesito ser la jefa, y los voluntarios no pueden ascender de rango de la forma en que yo necesito hacerlo. Si, lo admito, necesito que reconozcan lo que hago porque hago bien las cosas.
Esta respuesta , por otra parte, no indica que aquella mujer no tuviera un espiritu generoso si no que sabía decir "basta".
La gente se quema constantemente porque no sabe controlar sus corazones compasivos; tienen sin cesar impulsos que los llevan a intentar rescatar a otras personas , y a veces a intentar controlarlas.
Saber compaginar nuestro deseo de reconocimiento y la llamada a actuar generosamente- y de la forma invisible- es una tarea fundamental de nuestro tercer centro energético.

(Extraido del libro"El poder invisible en accion")

domingo, 24 de abril de 2011

EL CAMINO HACIA EL FORTALECIMIENTO

LOS DONES DEL APOYO FINANCIERO Y CREATIVO: SEGUNDO CHAKRA

Dos amigos estaban charlando un dia y, en el curso de la conversación, uno le preguntó al otro:
-Si tuvieras dos casas, ¿me darias una?
-Por supuesto que si- le contestó el otro.
-Y si tuvieras dos barcos, ¿me darías uno?
El amigo le volvió a contestar:
-Claro, por supuesto que sí. Somos buenos amigos, ¿para qué estan los amigos?

Los dos hicieron una pausa, disfrutando de los tiernos sentimientos que se profesaban mutuamente. Entonces, el hombre le hizo a su amigo una tercera pregunta:
-¿Y si tuvieras dos pollos, me darías uno?
-No- contestó el amigo.

Muy sorprendido por ese cambio en la generosidad de su amigo, el hombre le preguntó:
-Pero ¿por qué no? Me darías una de tus dos casas y uno de tus dos barcos, ¿pero no un pollo? ¡No lo entiendo!
-Muy sencillo- contestó el amigo- Tengo dos pollos.


La generosidad puede ser todo un desafío si nos preocupa no tener suficiente para nosotros. Las inseguridades sobre la supervivencia diaria están firmemente arraigadas en los chakras inferiores. Es algo que hasta podemos ver reflejado en el lenguaje corporal.

Cuando nos sentimos incómodos o inseguros, nos cubrimos o protegemos automáticamente las áreas corporales del segundo y tercer chakras. Por ejemplo, cruzamos los brazos sobre el área bajo la cintura (segundo chakra) o sobre el plexo solar o estómago (tercer chakra).
Las mujeres a menudo se colocan los bolsos en el regazo a modo de escudo entre la energia externa y su segundo y tercer centros energéticos. Y el estrés en el segundo chakra, sobre todo el estrés provocado por cuestiones financieras, afecta principalmente a la parte inferior de la espalda: la zona lumbar.

De todos modos, tener estrés financiero no implica necesariamente tener dificultades económicas. A menudo ocurre lo contrario. Por ejemplo, he conocido a muchas personas cuyo estrés procede de experimentar intensamente el sufrimiento de la gente a quien ayudan. Una mujer que dirigía una fundación dedicada a ayudar a las familias a sobrevivir a los desastres naturales me dijo:
- Es imposible no implicarse personalmente en las historias de las personas que acuden a nosotros. Querrías estrecharlos entre tus brazos y prometerles que todo irá bien.
Encuentro sumamente gratificante poderles ayudar, pero he de reconocer que lo paso muy mal cuando tengo que decirle a alguien que se han agotado los fondos y no puedo darle dinero. De todos modos, cuando ocurre esto, la comunidad siempre acude a su ayuda.

La presión que tenía esta mujer como directora de la fundación caritativa a menudo le producía dolor en la región lumbar. Ella admitió que a veces se sentía culpable por el hecho de tener una situación económica mucho más holgada que las personas que acudían a su fundación, y a menudo se sentía incómoda cuando tenía que decirle a alguien que no había dinero cuando ella tenía la cartera llena.
No es fácil trabajar tan cerca de la línea de fuego de las necesidades sociales, pero el hecho de quemarse no beneficia ni al que intenta ayudar ni a quien recibe la ayuda. Este tipo de sufrimiento no es inevitable. Es una consecuencia de querer que la vida sea lo que nunca será: perfecta.

(Extraido de: El poder invisible en Accion)

sábado, 23 de abril de 2011

EL CAMINO HACIA EL FORTALECIMIENTO

LOS DONES DE LA TIERRA: EL PRIMER CHAKRA.

Siempre que describimos la naturaleza de la experiencia humana hecemos conjeturas sobre por qué Dios nos creó.
¿Por qué estamos aquí? ¿Hacia dónde vamos? Calvin, el terrible niños filósofo del cómic norteamericano Calvin y Hobbes, nos da su respuesta: "Bueno, no sé nada sobre los demás, ¡pero yo vengo de mi habitación, soy un niño con grandes planes y voy a dar una vuelta¡ ¡Hasta luego¡"
He estado buscando una respuesta mas metafísica, pero, con el paso de los años, he descartado la explicación que me enseñaron en mi escuela católica: "Dios nos creó porque nos ama".
Conforme iba aprendiendo cosas sobre el sistema energético humano y su exquisito diseño, vi que, del mismo modo que somos seres tanto espirituales como físicos, nuestro propósito en la vida es tanto físico como espiritual.
Sé que ésta no es la respuesta fácil que le gustaría oír a mucha gente.
Nos gusta que las respuestas sean blancas o negras, no de ambos colores , no grises.
Nos gustaria poder vivir de acuerdo con una teología simple; básicamente, queremos una relación límpida y clara con Dios, en la cual el buen comportamiento sea recompensado con maravillosas bendiciones y el malo sólo reciba los despojos.
Pero la vida no es tan simple, aunque el cosmos tiene efectivamente sus leyes. Para mí, una parte del puzzle cósmico se colocó en el lugar que le correspondía un dia de 1985, cuando estaba haciendo una lectura como intuitiva médica a una mujer que llamaré Joan.

Siempre que hago una lectura como intuitiva médica, me inundan impresiones y recuerdos de la vida de esa persona, junto con mis propios asuntos inconclusos.
Pero con Joan sólo me vino una imagen. Tuve una visión impresionante sobre un árbol enorme cuyas raices, frágiles y quebradizas, estaban rotas.
El árbol representaba la vida de Joan, pero su espíritu sólo participaba parcialmente en mantener vivo al árbol.
Su energía no fluía con libertad por todo el tronco hasta las raices -el primer chakra-. Sentí que Joan carecía de todo sentido de pertenencia -a su vida, a su cuerpo, a su ser- y que su espiritu estaba desconcectado de su vida. Estaba desarraigada y desorientada; no tenia ningún tipo de pasión ni entusiasmo. Parecía como si siempre hubiera estado luchando por encontrarle un sentido a la vida; su mente y su espíritu estaban en constante conflicto.
Su mente desconfiaba de la vida y le tenía miedo, mientras que su espíritu ansiaba encontrar un sentido y un propósito. Aquella mujer se estaba desintegrando poco a poco, espiritual, emocional y físicamente.
Esta lectura intuitiva tuvo un profundo efecto sobre mi. Junto con la poderosa imagen del enorme árbol del espíritu de Joan, tuve la clara sensación de que el universo está construido de tal modo que cada uno de nosotros tiene su lugar y está aquí para encontrar ese lugar y para "convertirse" en él. Y vi que, si no intentamos encontrar ese lugar o propósito, sufrimos emocional y espiritualmente y ,a la larga, también fisicamente.
Aquél fue uno de los primeros indicios que he tenido de que antes de nacer nos comprometemos con una vida en un cuerpo, un momento y unas circunstancias particulares y adquirimos el compromiso de aprender nuestro propósito espiritual -nuestro Contrato Sagrado- a través de nuestras experiencias vitales.

(Extraido de: El poder invisible en Accion)